«Demasiados influencers y pocos referentes». Esta reflexión del escritor Bob Pop en una reciente entrevista con Buenafuente, refleja a la perfección el panorama actual en el que trabajamos. El llamado «marketing de influencia» es una realidad que mueve a diario grandes cantidades de dinero. Está presente en la estrategias de las grandes marcas y de las no tan grandes que aprovechan el tirón de los microinfluencers.

Sin embargo, es quizá una de las técnicas publicitarias más cuestionadas, sobre la que sobrevuelan palabras como fraude, timo, falta de profesionalidad o burbuja casi a diario. ¿Por qué…?

  • En primer lugar por tratarse de una técnica bastante novedosa. Las marcas siempre han hecho campañas publicitarias de este tipo pero centradas en famosos como reclamo. Que alguien desconocido por el gran público se pueda convertir en imagen de una marca e incrementar sus ventas o su influencia siempre genera cierta desconfianza.
  • Por la ausencia de estrategia y conocimiento a la hora de elegirlos Cada vez más las marcas apuestan por delegar en agencias especializadas la ejecución de acciones de marketing con influencers. Para generar el engagement adecuado es importante buscar perfiles afines. No se trata de elegir al que más seguidores tiene, sino al que representa mejor los  valores de tu marca o los gustos de tus clientes.
  • Por la falta de «profesionalización»  del sector.  Ser influencer es algo más que comer gratis en restaurantes a cambio de una foto bonita en tu instagram. Si piensas así, mejor no optes por este tipo de publicidad. El «instagramer» que puede aportar valor a tu marca es aquel que cree en lo que hace, tiene seguidores reales , no comprados, conoce el sector al que se dirige, está especializado, cuida los formatos visuales y el contenido al máximo y es capaz de atraer público específico a tu negocio.

 

Amazon o Mercedes Benz son dos de las marcas que más invierten en este tipo de marketing y Heinz Ketchup el anunciante más eficiente a la hora de utilizarlo según un reciente estudio de Points North Group.

Como vemos, el fenómeno de los influencers es real pero su principal problema es la carencia de referentes debido a su corta vida. Profesionalizarlo y darle valor es vital para que no sea solo una burbuja pasajera y realmente haya llegado para quedarse.